miércoles, 12 de abril de 2017

No todo lo que brilla es oro

Esta frase muy popular me ha gustado para orientar un poco a los amantes del arte, que apenas inician la búsqueda do obras para su hogar o para iniciar su propia colección de arte, y es porque el arte no se escapa de las marañas de comerciantes que venden reproducciones de arte como originales.  Hace ya varios años en la década de los 90, cuando tenía mí negocio de marquetería y galería Atlas, ubicado en el sector del estadio en Medellín, se empezó a ver en las calles la venta de cuadros muy bellos que se vendían como si fueran originales, debidamente firmados y enmarcados a la usanza de la época, en doble marco, estos cuadros eran reproducciones sobre lienzo con grandes capas y texturas de oleo que daban la sensación de haberse realizado con espátula, y en técnicas impresionistas, a mi negocio empezaron a llegar por cantidades, la gente las compraba por su belleza y por su bajo valor, además del facilidades de crédito.  Un día un amigo y colega mío me invito a su casa a la vuelta de mi negocio a mostrarme una obra que le proponían para cambiar por una de sus maravillosas obras al pastel, el maestro Darío Mondragón estaba  fascinado con aquel paisaje, hasta que yo le desanimara, ya que le comente que aquellas pinturas que empezaban a invadir los hogares de los Medellinenses no eran originales y que eran meras reproducciones traídas del continente Asiático.   Le comente como en mi negocio tenía un rollo con varias pinturas de aquellas que daban indicio de que eran pintadas por medios mecánicos, ya que el rollo contenía más de 20 de estas pinturas varias repetidas y con exactamente las mismas características, como si fueran pintadas por medio de un molde o sello.
Hoy en día con las redes sociales aquellos amantes del arte tienen la posibilidad de acercarse más al arte y a los propios artistas y así poder adquirir obras de arte originales y certificadas, sin el peligro de comprar supuestas pinturas en cualquier esquina de barrio que la mayoría de las veces son meras impresiones, reproducciones o trabajos realizados con materiales de baja calidad.
El arte dejo de ser elitista hace muchos años, hoy en día es muy fácil comprar buenas obras de arte para disfrutarlas y exhibirlas en nuestros hogares y además tener la posibilidad de hacer buenas adquisiciones que con el tiempo se valorizarán como muy pocos activos, ya que el arte es una de las mejores inversiones que se puedan hacer.