Dibujo

El dibujo es el lenguaje universal porque, sin mediar palabras, podemos transmitir ideas que todos entienden de modo gráfico. Hay dibujos que son reconocidos dentro de una cultura, a los que llamamos símbolos. Otros ejemplos son las señalizaciones: señales de peligro, de advertencia o informativas, como las que prohíben fumar, las que diferencian géneros, o indican salidas de emergencia. En ellas se utiliza el lenguaje gráfico como un modo directo y eficiente de transmitir un mensaje.

No se debe confundir el concepto de dibujar con el de pintar. El dibujo es el arte de representar gráficamente objetos sobre una superficie plana. Es la base de toda creación plástica y es un medio convencional para expresar la forma de un objeto mediante líneas o trazos. En la pintura, la estructura de los planos se logra mediante masas coloreadas.

Las técnicas de "pintar" y "dibujar" pueden ser confundidas, porque las herramientas son las mismas para ambas tareas, pero las operaciones son distintas, "pintar" incorpora la aplicación de pigmentos, generalmente aplicados mediante un pincel, que son esparcidos sobre un lienzo; mientras que el dibujo es la delineación en una superficie que generalmente es el papel.

El termino dibujar también sugiere un proceso distinto al de pintura. El dibujo es generalmente exploratorio, con énfasis principal en la observación, solución de problemas y composición. En contraste, la pintura tradicional es generalmente la ejecución o acabamiento del dibujo mediante la inserción de pigmentos.

El encaje

Algunas veces comenzamos un dibujo por un lado con el fin de terminarlo en el otro extremo, pero no nos fijamos en el conjunto. Como resultado obtenemos un dibujo desbalanceado (el detalle sobre el cual queríamos llamar la atención nos queda en un lado diferente al de nuestro objetivo). Esto sucede precisamente porque no observamos el modelo en todo su conjunto.


La forma de cualquier objeto, sea plano o corpóreo, puede considerarse encerrada dentro de una figura geométrica regular o irregular de acorde con la forma del mismo, o bien combinaciones de varias formas simples. Casi todas las formas pueden representarse de éste modo: deduciendo su estructura geométrica. Esta figura geométrica que envuelve el objeto podríamos decir que actúa como una caja, de donde viene el nombre "encajar".


La proporción

Una de las habilidades más importantes para ver, pensar, aprender y resolver problemas es la facultad de percibir correctamente las relaciones, entre una parte y otra, y entre las partes y el todo. Estas relaciones, en dibujo, se llaman proporción. La percepción de las proporciones relativas, y sobre todo de las relaciones espaciales, es una función especial del hemisferio derecho del cerebro humano. Los individuos cuyo trabajo requiere la estimación de relaciones de tamaño -carpinteros, dentistas, sastres, cirujanos- desarrollan una gran facilidad para percibir la proporción. Los pensadores creativos, en todos los campos, encuentran provechoso el poder ver a la vez los árboles y el bosque.
La proporción en el dibujo tiene que ver con la representación de las dimensiones de un objeto en los trazos hecho sobre el papel, es decir, que lo vemos grande lo representamos más pequeño manteniendo las diferencias en las medidas que en existen en el modelo.

En nuestro dibujo, deberemos mantener las misma relación de medidas para que estos elementos resulten proporcionados. El problema comienza cuando queremos reducir o ampliar las proporciones a la medida del papel en que se va a trabajar.

Por medio de la proporción establecemos una relación de medidas entre las partes y el todo del modelo que vamos a dibujar. La belleza y atractivo de un dibujo depende, en gran medida de sus proporciones. Existen determinadas proporciones, que por su equilibrio, satisfacen de manera natural la percepción. En lo que se refiere a la representación de la figura humana, desde la antigüedad, se ha venido utilizando el canon griego como proporción ideal: la altura total del cuerpo humano de pie equivale a la suma de siete veces la altura de su cabeza. La proporción áurea o sección dorada, es otro método que puede utilizarse para la realización de dibujos y que consiste básicamente en la división de una línea recta de tal manera que la parte más pequeña sea a la parte más grande como la parte más grande es al total. Es interesante conocer estas convenciones para poder aplicarlas si lo deseamos, pero debemos ser conscientes que la desproporción puede ser utilizada deliberadamente para expresar sensaciones, sentimientos e ideas.

La forma

Cualquier tema a dibujar se puede descomponer en formas geométricas sencillas. Ya que con eso se construye el esquema interno de los objetos. Todos los objetos de la naturaleza se pueden representar a partir de formas geométricas simples o elementales como la circunferencia, el triángulo o cualquier paralelepípedo. El uso de las figuras básicas permite dibujar de manera rápida y exacta. La tarea es más sencilla al descomponer figuras complejas en formas geométricas simples.
El dibujo a base de figuras geométricas requiere de la adquisición de dos habilidades. La primera es saber proporcionar a las figuras básicas un sentido de dimensión y es decir, darles apariencia tridimensional.

Al aprender a observar un objeto complejo como resultado de la combinación de figuras básicas, se estará en el camino correcto para dibujar con exactitud y destreza. Una vez que se realizó la forma, es sumamente sencillo agregar el detalle. La mayoría de la gente no advierte que los dibujos evolucionan. Se piensa, en general, que un artista sólo toma asiento y crea una obra determinada. De hecho, las obras de un artista evolucionan desde una primera etapa hasta otras de mayor grado de complejidad hasta terminarlas.

Las figuras básicas son estructuras del dibujo. Su propósito es similar al que ejerce el esqueleto para sostener al cuerpo en la postura correcta. De la misma manera que el andamiaje en la construcción de un rascacielos, la ausencia de figuras básicas en el dibujo provocaría que las ilustraciones carecieran de forma, de perspectiva, que parecieran distorsionadas y erróneas.
Es fundamental el uso del esqueleto de figuras básicas para un dibujo a mano libre y preciso.

 El volumen

El volumen es el espacio ocupado por un cuerpo al conocimiento del cual llegamos por medio de la luz y de las sombras, y que nos permite tener una percepción tridimensional de ese cuerpo o de ese objeto que deseamos representar en un dibujo o en una pintura. El volumen es, junto con la forma, uno de los aspectos que distingue a los objetos que nos rodean. Depende de la luz y, por consiguiente, de las sombras que ésta produce. La definición correcta del volumen de un objeto consiste en valorar exactamente las intensidades de sus sombras.
Podemos establecer dos clases de sombras: las propias y las proyectadas.
Sombras propias son las que se origina el objeto a sí mismo, y las proyectadas son las que produce en las superficies vecinas. Tambien hay que tener en cuenta los reflejos producidos por la luz que proyectan las superficies u objetos vecinos, ya que aclaran la sombra propia.

Entre la luz y la sombra, hay una zona de transición o de medias tintas, y que puede variar en extensión dependiendo de la intensidad de la luz.

La composición

Componer significa, ordenar en el papel los elementos de los que consta el dibujo de forma que el conjunto quede equlibrado y expresivo.

Tenemos dos procedimientos para realizar una composición, la formal y la informal. La composición formal consiste en aplicar las simetrías para la distribución de las líneas sobre el espacio del campo gráfico.

La composición informal consiste en distribuir las líneas en el espacio del campo gráfico, procurando equilibrarlas al tomar en cuenta su peso visual Es relativamente fácil, al dibujar las líneas, controlar el balance y "sentir" como un lado pesa más o menos que el otro y añadir o hacer más ancha alguna línea para encontrar el momento de equilibrio en la composición. La línea cuenta con muchos recursos para la composición diferencia de anchos, cambios de dirección, forma curva o recta, modalidades, y en particular, la posición es una posibilidad expresiva con diversas aplicaciones.

La línea horizontal transmite tranquilidad o pasividad, está "acostada" y cada uno do sus puntos descansa y apoya en el plano. La línea vertical parece en tensión para no caerse a un lado u otro y sujeta a la ley de gravedad; se para en un punto y se eleva. La línea oblicua es la que transmite mayor dinamismo y atrae la atención, si se inclina hacia la derecha nos parece que asciende y hacia la izquierda, que baja.

La Valoración
El claroscuro

EL claroscuro es una técnica de dibujo que busca la representación de los objetos a partir del desarrollo de las zonas de luz y de sombra como un contraste simultaneo de tonos. El modelado de las formas a partir del estudio de la luz es un ejercicio que requiere un profundo estudio de valoración tonal y del funcionamiento de las graduaciones de los diferentes grises. El trabajo del claroscuro no solo permite un modelado de las formas, es importante también como afecta el cambio de luz en la composición del cuadro.
El claroscuro es un sistema de valoración que afecta no solo al elemento principal sino a todos los elementos que figuren en el marco del cuadro. La valoración de cada uno de los diferentes elementos del dibujo va a variar dependiendo siempre de la situación del modelo con respecto al foco de luz.

El claroscuro propone un análisis exhaustivo del modelo con respecto a la iluminación que este reciba; por ello la luz se debe tratar de forma radical sobre la superficie de los diferentes objetos que compongan el modelo.

Por ejemplo, un primer término puede recibir el foco de luz lateralmente, mientras que el segundo termino puede recibir tan solo parte de la luz que rebote del primero, requiriendo en su elaboración una valoración mucho mas agrisada y menos contrastada que la resolución del primer plano.

El claroscuro se establece por medio de la valoración de los tonos. La valoración permite establecer en el papel a través de la monocromía, las zonas de volumen de los cuerpos a partir de la luz. El trabajo de valoración consiste en situar las diferentes gamas de grises de manera que se modelen las formas a partir de su representación plana, creando un efecto tridimensional.

Los diferentes medios dibujanticos permiten valoraciones de grises; dependiendo de su calidad de degradado unas veces se podrá difuminar un gris, otras se tendrá que recurrir a un proceso de tramado. Nada más propio de la técnica del dibujo tradicional que un elaborado trabajo de valoración.

La valoración no se puede entender sin tener en cuenta que un solo lápiz puede generar una extensa gama de grises, pero a la vez cada dureza de grafito tiene unas posibilidades de grises determinadas, así como un negro máximo y un gris mínimo.

Las durezas de los diferentes lápices tienen un límite; por ello siempre que se trabaje un dibujo valorativo a base de lápiz grafito será conveniente disponer de varios lápices para, de esta forma, poder plasmar en el papel una mayor riqueza de tonos y no limitarse solo a los que ofrezcan una dureza determinada.

La valoración se comprende partir de establecer sobre a modelo dibujado una gama de grises lo suficientemente completa como para que la forma adquiera volumen, Los diferentes tonos parten siempre del tono del papel, a menos que se utilicen papeles de color y realces en Creta.

Los tonos más oscuros marcan la profundidad máxima de los volúmenes y las luces reflejan la zona en la que el torneado va indicando la proximidad o la dirección del foco de luz. En la valoración se deben tener en cuenta los juegos de contrastes, es decir, los contrastes simultáneos; un mismo tono de gris varía según la intensidad del tono más oscuro al lado del cual se situé.


Mirar las sombras

Como paso previo a su trabajo, usted debe aprender a ver las sombras. No es fácil si no se tiene práctica en ello. Las cosas tienen color y esto dificulta a veces para establecer bien los límites de las sombras, sus tonos.
Hay un método muy práctico que nos ayuda en gran parte a resolver este problema:

Se trata de mirar al objeto sombreado entrecerrando (entornando) los ojos. Pruebe ahora mismo. ¿Verdad que las zonas de sombras quedan delimitadas con mayor claridad?
Esto se debe a que, al entrecerrar los ojos, se suprimen detalles de la visión y sólo se aprecian masas, y en lo que se refiere a las sombras, zonas de éstas, más o menos precisas.
Oriéntese así al trabajar.

Así se ven las cosas mirando normalmente.


Entornando los ojos, las zonas de sombra y luz se delimitan con mayor claridad.





Y bien, puesto ya en este camino, va usted a comenzar a fijarse en las sombras.

En el lugar en que, esté estudiando, si echa una ojeada alrededor, verá que hay sombra y luz por todas partes. Sombras propias y sombras proyectadas. En las cosas, en su propio cuerpo. Deje de estudiar y obsérvelas. Observe cómo una misma mancha de sombra no es por todas partes igual de intensa, como en la mayoría de los casos, comienza siendo clara para acabar siendo muy oscura. ¿Se fija?

Pues bien, esto es lo que debe usted trasladar al papel. ¿Cómo?

Algo importante sobre el sombreado

Jorge Marin pintores Colombianos, Artistas Colombianos
Autoretrato grafito sobre papel
1.)Uno de los defectos más importantes del principiante es cargar demasiado de negro las sombras, llenarlo todo demasiado de manchas oscuras, sin acordarse de que en el sombreado hay dos elementos igual de importantes: la luz y la sombra. El principiante cae en el defecto de hacer los tonos más oscuros de lo que deben ser.

Por eso, grábese la regla siguiente: sombree siempre suavemente y deje espacios blancos allí donde la luz da de lleno. Si es preciso acentuar más el negro en cualquier sitio, ya habrá tiempo.

Es preciso tener tacto y sombrear con más suavidad, dando negros y dejando zonas blancas iluminadas.
No debe entusiasmarse al sombrear y dejar sus trabajos así, demasiado oscuros.

2.) Se sombrea comparando.

Aclaremos: cuando usted esta observando un modelo, viendo en sus sombras el número de intensidad de sus tonos, fíjese en el más oscuro y páselo al papel. Después, COMPARANDO con este tono, vaya dibujando los otros más claros.

Usted comparará las diferencias de los tonos con respecto, al más oscuro EN EL MODELO. La comparación la hará en el propio objeto que esté dibujando, y trasladará esta diferencia que encuentre al papel, comparando ahora con la mancha que ya tiene dibujada del tono más oscuro.

Comparando con la intensidad de este tono...
... vaya graduando el resto.

3.) La valoración de los tonos, es decir, la graduación, el paso de unos tonos oscuros a otros más claros y el paso de éstos al blanco -o al revés-, se debe hacer de un modo gradual, sin que haya contrastes violentos.

El paso de un tono a otro, de mayor a menor intensidad, o al revés, debe ser como lo ve usted aquí, suave, sin que se noten saltos bruscos.
Aquí es donde entra en juego la aplicación de las manchas graduadas de que hablamos en las primeras lecciones de este curso.

4.) No debe usted, durante todo su trabajo, perder de vista ni olvidar el conjunto. Debe estar pendiente de éste, fijándose constantemente en la totalidad del dibujo. Esto es necesario para que su trabajo salga con la armonía precisa.

5.) No enmarque usted los límites de lo que esté dibujando con líneas antes de sombrear. Sombree, y el propio sombreado le irá dando estos límites.

6.) El trazo no es el mismo para todos los casos de sombreado. Hay que seguir con el lápiz la forma de la superficie del objeto que se trate. Si se trata de superficies planas, el trazado de sombreado será recto. Si de curvas, el trazo será curvo. Es decir, el trazo adoptará la forma del volumen del cuerpo que se dibuje.
 

 
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2 comentarios:

  1. Súper útil y bien explicado! :)

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    1. Que bueno que te ha servido, ahora sólo ponlo en practica y disfruta dibujando

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